jueves, enero 19, 2006

2006 sinsentido II o CIELO VII?

Cómo escribir algo que ya está escrito, cómo vivir una vida que ya pasó.
Cómo seguir pensando en un amor que tan lejano me lastima.
Cómo describir estas cosas que finalmente “ya fueron escritas un tiempo atrás”… escritas tan bien que uno pensaría que ya no hay nada más qué decir ni hacer… que Say No More, y se acabó. Y ya.


Porque finalmente es esta la angosta memoria de vida mía

De repente me encuentro solitario, como es común. Cohabitando con mi soledad. En algunos libros de psicología que estuve leyendo hace poco, cohabitar era el acto sexual de dos parejas. Pero no quiero parecer obvio, aunque lo soy: estaba haciéndole el amor a mi soledad.
No lo puedo evitar… sigo pensando en ella. Se piensan muchas cosas siempre. Así que no hay mucho de nuevo para contar. Pero esta historia, malamente imaginada y surgida de la necesidad meramente sensual de escribir-la, es una historia que no tiene mucho sentido, como casi todas… es una historia que va llegando a mi cabeza, y la voy plasmando lentamente… tan lento como pasa mi sangre.

Es la historia de él. De ese imaginario colectivo que algunos llaman amor. Es la historia de un ser pequeño pero que era inmenso. Paseaba por las playas de Río, por las chicas y las tangas iba descubriendo su género. Él sabía que nada más hermoso podía pasarle o sucederle. Sabía de repente que estaba en New York, en Los Ángeles, en Los Santos, en San Vicente… en Bonn, en Quito, Bogotá, Armenia, Johannesburgo, Tirana, Ankara, Roma, Curití, Buenos Aires.. y claro, en Bucaramanga. Sabía que era la mejor droga porque era la única que era él mismo. Sabía, además que muchos locos y algunos degenerados mentirían por su culpa y hallarían respuestas incorrectas aún por períodos más largos que diez años de menos a sus estúpidas y melancólicas preguntas. Él sabía que no había sido crucificado pero que tenía a más de uno en el calvario. Sabía que no se vestía de sotana, porque detestaba el vino de misa y amaba el vino de parque. Él descubría poco a poco su esencia, y supo que era hombre. Supo que era hombre porque en el corazón de estos seres se halla la ternura más indefinida de cualquier ternura. Sabía que esos seres podían volar con tan solo evocar su bello nombre… sabía que cualquier imbécil lo pronunciaría… que se vestía de harapos y a veces de mochila. El sombrero alón no era de su gusto… porque no le dejaba ver el sol.

Escribo para usted… porque sé que aún vive en mí. Escribo para aquel que quiere volar, y no con mis escritos, sino simplemente con el cariño que suspiro cada vez que escribo. Escribo para aquel que tenga el corazón vestido con harapos… para qué? Yo no sé... pero recuerdo siempre que el tedio del domingo es inmisericorde y que prefiero una tempestad un primero de mayo que otro 27 de Noviembre en soledad, pensándote y negándome la posibilidad de seguir viviendo, con satisfacción.

Es para poder aguantar… para no morirme antes del amanecer y poder verte y recibir esas palabras que necesito… ese beso que tanto sueño… esa caricia ensordecedora que calienta mi vida aún en madrugada bogotana. La satisfacción que me dan -tus manos aún la recuerdo… y no -ecesito del olor que me recuerda tu jardín. No necesito del candor que encienda una lumbre para besarte y besarte sin pensar en el arte… sólo besarte para requerir más sueños. Para pedirle a algo o alguien que me deje despertar otra mañana.

Aunque la muerte me persigue y me agobia y me cansa... quiero vivir para poder regresar al recuerdo de mi sinsentido.
Toño, 19-01-06

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Algo esta pasando. No puedo creer que despues de casi 10 días de que publicó esto, nadie haya hecho ningún comentario. Puede ser que ya nadie lo lea, o tal vez ya se aburrieron de ver "cielo" en el título y se desmotivan a leer.

A mi me gusta ver que escribe y piensa en ella todavia aunque sea para ponerle nombre a lo que escribe(espero que estemos hablando de la misma Cielo y si el "cielo" de sus titulos no tiene nada que ver con ninguna niña... deje asi y lea solo el ultimo parrafo para terminar), porque creo que algún dia van a volver a andar. Depronto dentro de muuuucho tiempo, pero van a andar. Mientras tanto Toño... trate de sacarsela. Dejela que descanse de dar vueltas en su cabeza.

Es muy maluco querer a alguien sin que lo quieran igual a uno...pero creame que estar del otro lado (sin querer) es maluquisimo tambien, sobre todo si algún tiempo atras uno hubiera podido dar la vida por esa persona a la que ahora quiere hacerle ver que ya "no le importa". Porque ¡¿por que hijueputas cuando lo quice el parecia no quererme y ahora que me quiere ya no lo quiero?!...


Ah! "cohabitar era el acto sexual de dos parejas." ... ¿no deberia decir de dos PERSONAS?

Anónimo dijo...

Toño:
Este no es comentario acerca de su escrito. La curiosidad me trajo de nuevo a su blog (cosa que pasa a menudo) y nació en mí un afán por dejarle por escrito una muestra de afecto en un acto de presencia. Leo lo que usted escribe, a veces me entretengo haciéndolo y a veces me da algo de risa ver la "saga" de Cielo, porque no dejo de pensar en Rocky; Rocky I, II, III, IV, y creo que hay Rocky V, que es cuando ya está todo imbécil por el daño cerebral y pelea con un mancebo ambicioso que quiere superarlo... pero no sé si esa es la V o no, sabrán perdonar los fanáticos del púgil.
En sí Toño, dejo mi comentario aquí porque veo que este blog significa bastante para usted (o al menos así me parece) y no necesariamente por el compartir textos literarios de alta calidad sino por el compartir sus sentimientos de una manera tan honesta. Por eso Toño me refiero a usted por este medio y no por e-mail que es técnicamente un medio más privado. Sólo es que quiero que sepa, que además que siento por usted un profundo afecto, me fascina el hecho de saber y constatar que hay gente en el mundo tan dispuesta a sentir, a vivir (y por ende) morir por el sentir… entre tanto ser humano queriendo ser autómata.

Me despido...
Espero verlo de nuevo.
Adiós.