lunes, marzo 19, 2007

Te salvo pero no te salves

Cuando no se siente nada
¿Cuándo no se siente nada?
Cuando nos cansamos de nadar
¿Cuándo nos cansamos de luchar?

Tengo antídotos para todos. Para todos menos para mí.
Ellas me embrutecen, ellos me sulfuran.
Así todo se acaba mientras tú observas lo que no se debe mirar. Caminando sin parar esos parajes ya recorridos. Verdes caminos y oscuros intereses, cada esquina reprimida, una visita acongojada, una sorpresa reaccionaria llena de derechos humanos muy derecho y poco humanos.

Cuando me pregunto, se atraviesan los rojos tuyos, o los de ellas, llenos todos de historias cantadas en voz baja, cantadas pasito; cantadas con gritos reprimidos y parlantes sin cables y micrófonos apagados. Cantando fuerte en los sueños, soñando que cantamos fuerte.

En naufragio. Así se vuelve uno en el país de uno, se siente soledad de los que, como yo, se aburrieron de soñar. Aún no le temo a las alturas, pero sigo coqueteando a la altura de tu boca. Regenerando, absorbiendo fríos innatos y eliminando ojos azules. Sintiendo lo que nunca he aprendido, aprendiendo lo que no soy capaz de sentir.

Así, tan arrecho es mi país, que uno le teme a un ladrón en una esquina, y en la siguiente, le teme al policía. Padres que engendraron hijos con una puta, que parieron mi gobierno, que eliminaron el derecho de vivir en paz, que arrasaron con su feroz hambre a la justicia, a la verdad, que ahora es tan mentirosa.

Las lágrimas no salen, el dolor se lleva adentro y se asemeja a la última copa de vino de la última botella de tu barrio.

Nos queda vivir y huir y fingir. Rozar la mano del ser amado, o sentir el tacto del aliento de esa mujer que amo, que es tan inanimado. No existe aquella mujer que nos doble el alma con el gemir de su sexo. Alta, blanca y muy grecorromana en su colombiana manera de sonreír.

No sé si me entienda alguien, pero la tristeza que siento es muy grande. Y reduzco el universo a mi simple capacidad de percibir. Y adulo y luego lloro. Y amo y la salvo, y luego me arrodillo ante la reina Cobardía, que me guarda un cofre para que guarde aquello que prefiero callar. Y ahí meto mis besos de labios gruesos, y ahí, en ese cofre guardo las noches que nunca han visto la luna, las lunas que nunca han visto una noche y las palabras que te escribo y que nunca te muestro.

Guardando historias para no perder el riesgo de embarcarme en el sueño real, que adormece la poesía, que aviva la realidad y me despierta al despertar del sueño, en que todo era una verdad, y en que tu cuerpo no era más que mi cuerpo, en que mi cuerpo irradiaba los sudores tuyos que ya son míos, y la sonrisa que no ocultaba las arrugas de mi voz, ni mi desolación, ni la bella soledad que construimos con nuestros silencios, y que estalla los taxis que se llevan mi deseo, y que te salvan.

Y que sé, te salvo para arreglarte la camisa rota y quitarte el pantalón cuadrado, y cortarte el pelo que se arrepiente de haber crecido.

Y te salvo también con el pantalón puesto pero buscando en esa fosa de silencios una camisa para tapar tus ilusiones y encontrar mis manos que se imaginan tocándote los sueños, besándote los labios, danzando entre los cúmulos de tu esperanza trasera, y arrebatando tus besos.

Limpio mi alma y te salvo. La dejo blanca por el recuerdo de tus brazos, por el palpitar doble de esos abrazos, por las esquinas de tus ojos, por el inquieto juego de tu mirada, por el posar para tus más terribles fotos, para pasar por las inestables rosas de tus manos cuando rozan mi corazón tardío.

No poder dejar de huir, porque vivir aquí es una miseria, porque arrebatar los arrebatos es un peligro, porque mirarte es un delito, porque no querer sufrir es un crimen.

Porque soy prófugo de la ley
Porque soy preso de mi pasión.

Soliloquio


Cánforalekos
2007 (Mar.8)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Antonio, yo no entiendo varias cosas que me suceden, y menos que le suceden a ustes, y menos que le suceden al mundo, pero sí entiendo, que nuestras manos ceden nuestros tesoros, cuando podemos llegar aún mas bajo, porque nos fascina todo lo que no tenga que ver con las oficinas, y no basta en estos días que un joven quiera a un poeta, para que se le vaya la tristeza, y que sólo me quede impotencia, de no saber que le pasa, y no sé que le sucede, pero si sé, que sus manos ceden todos los días, lo que necesitan ceder.

Santiago

Anónimo dijo...

Hace mucho tiempo no sentia que necesitabas gritar... hace mucho tiempo mi voz se apago para ti y la tuya asistio a un entierro... hace mucho tiempo la espera llego a agotarme que te convertiste en ese ser que alguna vez va a ser libre pero que a la vez paso de ser vivo a ser un muerto poeta... vos bien sabes cuales ojos rojos te escriben desde de bogotá... desde la nevera como solias llamarla... vos bien sabes quien te denomina querido y muerto poeta, pues los buenos momentos se quedaron en un parque a dos horas de tu amada bucaramanga y los sueños murieron cuando abandonamos la mesa... Grita, Salta, Llora, Pide, Rie, Pelea, Baila, Ama, pero nunca huyas... Como siempre mil abrazos para la vida y la muerte.

Anónimo dijo...

Hace mucho tiempo no sentia que necesitabas gritar... hace mucho tiempo mi voz se apago para ti y la tuya asistio a un entierro... hace mucho tiempo la espera llego a agotarme que te convertiste en ese ser que alguna vez va a ser libre pero que a la vez paso de ser vivo a ser un muerto poeta... vos bien sabes cuales ojos rojos te escriben desde de bogotá... desde la nevera como solias llamarla... vos bien sabes quien te denomina querido y muerto poeta, pues los buenos momentos se quedaron en un parque a dos horas de tu amada bucaramanga y los sueños murieron cuando abandonamos la mesa... Grita, Salta, Llora, Pide, Rie, Pelea, Baila, Ama, pero nunca huyas... Como siempre mil abrazos para la vida y la muerte.

McCormick dijo...

queda un camino hacia la incertidumbre; quedan recuerdos y la historia para saber q se esta vivo. de pronto no pueda entender, pero puedo intentar hablar, aunque sea con el silencio, pq al fin al cabo, al igual que yo, sos vida paralela... "y que mas dá si igual seguimos aqui esperando" (jeje).