Bello Abril IV

Charly Memoria Fito.

Termino empezando... empiezo terminando. Mucho más concretizada la desición de escribir en una casa ajena, en un computador muy, muy grande... como mi ángel.

Qué tan ajena? qué tan ajena podrá ser la casa del gran Juampa... y otro día más lejos de casa... no tan lejos como ayer.... pero lejos: acá todo está lejos.. hasta el amor. En la luna.. él escribe y ama el reproche.

Buenos Aires, abril 29 de 2005.

Al lado... un murmullo, creo que es alguien... peleando como a muerte por teléfono... tiene el pelo rojo.... y no vibra: tiembla. Anda escuchando música para degenerados, queriendo llegar a un viejo mundo un poco terrible, pero hermoso, dando sexo por esa línea y al otro lado, ella... desnuda sobre su alfombra grita... le grita y de nuevo le reprocha.... no quiere sexo telefónico; pero hay un problema que ella aún no entiende: ÉL AMA EL REPROCHE. Y odia el reparche -uno más entre todos esos tantos- que no entienden de música de estrellas... que abrigan una pequeña esperanza de drogas y alcohol.. luego golpean al del lado... y se van. No hacen la pausa... parecen todos Tinos.

Sin embargo sigue la discusión, él, titiritea... titiritea el nombre propio, el de él: Cielo. Llora y no entiende por qué su cara cambia de color... porque cuando tiene sexo o se masturba su cara se torna de color violeta... si hubiera nacido en el 63... por eso, sólo quiere poseer el cuerpo de su amada por medio de ese teléfono frío y negro: NO QUIERE QUE LE VEAN SU VIOLETA CARA MUY EXCITADA. Ella... no entiende qué pasa en la tierra que su Cielo cada vez es más chico... Rodolfa se llama... es alta, hermosa... tiene ese pelo como cansado de fumar... como excitado por el viento... su boca parece como si un tambor abrazara el odio. Desear un beso de ella era tan grande como tocar la luna... En cine, -sólo conozco la luna en cine, en video tape... tendré ojos de video tape?- sus ojos eran años, contaban historias de sexo vía Internet. Ahora le tocaba por teléfono... y reprochaba, y reía y lloraba... y no quería más murmullos excitados... quería sentir el cuerpo de Cielo, su gran amado... pero no entendía el por qué de sus reacciones casi diabólicas cada vez que se acostaban a besarse, casi apasionadamente.

Sigue la música... suena suave, como su voz, la voz de Rodolfa que quiere amar y quiere cantar y tocar el piano... y proclama la proclama de "Podemos ver la luna en cada canción... no podés? Yo puedo y no tomo, gracias" y su vida gira en torno a la luna, el sol y las estrellas... pasaba mirando el cielo... a veces tan gris... como se solía poner el corazón -recuerdan? cuando tenía sexo en Buenos Aires vía Internet- y como su boca... que cambiando de entorno parecía una fotografía. Un día de esos... "fue en abril" -recuerda ella muy fehaciente- escuchaba Fito... y era el pedazo final de Giros... con esos instrumentos que sólo saben mezclar ellos: los dioses... y miraba el cielo.. como todos los días... ese día estaba gris -como casi todos los días- pero detenidamente empezó a cierta hora del día a cambiar de color el cielo: SE ESTABA CONVIRTIENDO EN VERDE! era lo que había fumado? no... era algo que llaman alegría... no era taquicardia... era vibrar... y lentamente... muy inseguro apareció el... alto, flaco, pelo rizado, largo y muy rojo... fumaba un buen cigarrillo... parecía ver la vida pasar... era feo, y no llamaba la atención, pero iba de verde... y llamó únicamente su atención, la de ella. Con eso bastó para decirle "Ey! pibe, querés venir a dar Giros a mi lado, acá con el Rey Sol y este Viejo mundo? Vamos, vení... ABRE". Ël, se asustó... no sabía qué decir... pero dijo "Mi Nena... muchas gracias... pero tengo un Encuentro con el diablo, allí en donde vuelan Los Dinosaurios... pero sabés? quiero invitarte a Café Violeta... y nos tomamos un buen mate. El diablo puede esperar... la hija de la lágrima no, caminá, Chipi-Chipi... bombón!" Ese día de abril nunca lo olvidará... Rodolfa se enamoró de un chico alto, flaco y feo... pero de nombre Cielo. Ese detalle jamás lo podrá olvidar. Y cómo te llamas? Cielo Fuentes... y vos? Rodolfa Moreno, gusto en cantarte.

Pero hoy... estoy asustado... acá estoy en la ciudad de Bogotá... Rodolfa adora la teletransportación... Fita -ya es parcera- le prometió a Cielo que vendría ya... porque no quería más orgasmos telefónicos... que tuviera listo el piano para abrirle la noche.. y que preparara el viejo sofá negro... porque esta noche... otra noche de abril, por fin su cuerpo sería para él. De repente un pi...pi...pi--- colgó... eso significaba unicamente una cosa: HABÍA RUMBA DEL PIANO ESTA NOCHE... qué va a pensar la mamá de Juampa... mierda. Cielo sacó de su bolsillo dos condones, un cigarrillo argentino... se dirigió a la nevera... sacó mate, lo calentó se lo tomó... como para AMargAR el alma... y se sentó al lado del piano... empezó a tocar una hermosa canción: un ámbar violeta que parecía eterno... mientras ella se acercaba diciendo: Gracias... le hace bien... uooo... le hace bien, meterse en su laberinto, carrousel... uooo. Vestida toda de negro... con unos pisahuevos... y un amor con su vestido... le quitó el cigarrillo de la boca a Cielo... lo mandó a la mierda y desde un quinto piso, se desvistió... lo desvistió y gritó como nunca antes...

Al terminar... Cielo cogió el teléfono, lo pisó, se quemó... y de repente se abalanzó sobre el interruptor... para encender la luz y mostrar su cara... violeta y contenta... y allí, sólo allí su piel, a cierta hora del día cambia de color... hacen el amor... y al final... vencidos por el cuerpo -nunca por el alma- deciden vestirse de nuevo. Ella se teletransporta hacia Buenos Aires... y él, se va a estudiar de nuevo en su universidad... que hoy parece más cerca que de costumbre... aunque esté mas cansado... ya tomó el mate que necesitaba, el dulce, el del amor en vivo... no muerto a pedazos... no por teléfono. YA NO HAY REPROCHES, PERO NACIÓ EL AMOR.

Rodolfita llora todos los días que hay parcial.. porque ya no hay polvo de dios. Ya no hay vida para ella, y se suicidará... No entendí. La lucha continúa... y no pares.

Gracias a todos aquellos que comprendieron que amar es el milagro de sentir... para volar.

Bogotá, abril 10 2011.